El té blanco está considerado como el más exquisito y refinado de los tés, debido a su cuidadosa selección de brotes y a su natural proceso de elaboración. Los brotes más tiernos y las hojas más jóvenes de la planta (cultivar "Da Bai") se cosechan sólo durante unos pocos días en primavera (cosecha imperial). Los brotes son cubiertos de un fino vello blanco-plateado que les protege del sol y de los insectos. Este vello blanco le da a este té el nombre de té blanco.
Los brotes y hojas jóvenes se dejan marchitar naturalmente a la sombra en estantes de bambú durante unas 50 horas. De esa manera se elimina una parte del agua de las hojas, dejándolas lo suficientemente maleables para poder ligeramente enrollarlas y darles forma. Con el marchitado se logra la concentración de jugos en las células de las hojas, lo que es importante en los posteriores cambios físicos y químicos del té. Gran parte de los ácidos grasos de la hoja de té se transforman en compuestos aromáticos.
Cuanto más largo sea el marchitado, más aromático será el té obtenido. La manipulación de las hojas es muy delicada y no se deben quebrar o cuartear las hojas, ya que eso podría provocar la oxidación.
Posteriormente las hojas y brotes se siguen marchitando en el interior por medio de una ventilación controlada; finalmente se dejan secar al sol y luego nuevamente en el interior a baja temperatura durante unos 3 a 4 días. Los tés obtenidos de esta manera tienen un sabor muy delicado, un aroma fresco y un suave dulzor natural; desprenden notas a vegetales cocidos, a flores y algunos a pan tostado o a nuez. La astringencia en los tés blancos es casi nula. Antes del envasado se procede a su clasificación para obtener hojas de tamaño o forma similar.
Tradicionalmente el té blanco se produce en la provincia china de Fujian, aunque ahora otros países como Sri Lanka, India (norte de Darjeeling) y Nepal elaboran esta variedad de té. Su fama de elixir de juventud se debe a la cantidad de antioxidantes que tiene (3 veces más que el té verde) y a su alto contenido en vitamina E y C. Su bajo contenido en teína permite tomarlo a cualquier hora del día (salvo las Agujas de Plata, con alto contenido en teína).
A pesar de que el té blanco tenga el mismo proceso de elaboración, existen diferentes calidades de cosechas que producen cuatro categorías distintas: